Villa Gravina

Esta encantadora casa captura perfectamente el encanto rústico y el ambiente mediterráneo que define la arquitectura de Cala Figuera. Conocido por sus pintorescas casas de pescadores y su impresionante paisaje costero, este pintoresco puerto pesquero en el sur de Mallorca ofrece un retiro tranquilo para disfrutar de una estancia relajante. Situado a pocos pasos del resplandeciente mar y de una encantadora variedad de restaurantes. Villa Gravina goza de una ubicación privilegiada, a solo unos pasos de impresionantes vistas sobre la hermosa bahía de Cala Figuera.

Con una estructura sencilla pero acogedora, Villa Gravina le hará sentirse como en casa desde el primer momento a su llegada. La entrada le da la bienvenida con un acogedor rincón de sofás y una zona de comedor, iluminada por abundante luz natural que entra por los grandes ventanales. Las tradicionales persianas de madera ofrecen sombra y privacidad cuando se deseé, al mismo tiempo que permiten la entrada de refrescantes brisas marinas y luz solar. 

En el exterior, una amplica terraza con porche ofrece un lugar relajante para disfrutar del amplio jacuzzi de 4 metros con swimming jet y luces ambientales. El interior es cálido y acogedor, con techos altos y vigas de madera expuestas, así como paredes blancas que crean una atmósfera luminosa y aireada. El mobiliario es práctico y cómodo, con elementos de madera natural y textiles suaves que reflejando una Mediterránea paleta de colores.

Las dos habitaciones, una doble y una con dos camas individuales, son tranquilas y relajantes, con muebles de madera simples pero elegantes. Cerca de uno de los dos cuartos de baño de la casa se encuentra un cómodo y amplio vestidor que da acceso a ambos dormitorios. La cocina bien equipada y la sala de estar son el corazón de la casa, con una chimenea de piedra para las frescas noches.

Villa Gravina en Cala Figuera es un destino encantador y pintoresco donde el estilo mediterráneo se mezcla con la belleza natural de la costa para crear un hogar verdaderamente especial. Aunque el puerto en sí no cuenta con playas arenosas, conserva el auténtico encanto de la Mallorca traditional, ofreciendo la oportunidad de disfrutar de pescado fresco y admirar las cautivadoras vistas al mar, con sus acantilados rocosos que proporcionan un escenario ideal para pasear.

Para aquellos en busca de playas de arena, Cala Santanyí es una playa tranquila a solo 5 kilómetros de Cala Figuera y aproximadamente a 10 kilómetros del pintoresco pueblo de Santanyí. Esta hermosa playa de blanca y fina arena cuenta con aguas tranquilas y cristalinas, perfectas para hacer snorkel y relajarse. El Parque Natural de Mondragó, con calas paradisíacas como S'Amarador y Cala Mondragó, se encuentra a menos de 10 km de distancia.